Tras todo un año de ensayo nuestra banda se concentra en la
Plaza de San Martín a las 11 de la mañana. Hay preocupación por el tiempo, ya se
ha producido la primera suspensión de una procesión, el Cristo de las Cinco
Llagas no pudo salir el Sábado de Pasión y todos esperamos que no se repita.
La Cofradía
Penitencial de la Santa Vera Cruz toma una decisión, la procesión de La Borriquilla saldrá pero debido al riesgo de lluvia a partir de la una, se
acortará el recorrido. La Sagrada Lanzada forma para salir en pasacalles desde
la Plaza de San Martin hasta la calle Regalado donde nos incorporaríamos al
cortejo tras la cruz alzada, pregonando la llegada del paso La Entrada Triunfal
de Jesús en Jerusalén, una autentica joya debido a que es un paso de papelón
que este año además volvía a salir a hombros.
A las 12:45 aproximadamente llegamos a la Iglesia de la Vera
Cruz, finalizando nuestros toques con Bulería en San Román y la banda permanece
al lado de la puerta de la Iglesia, esperando la llegada del paso, mientras las
representaciones infantiles de todas las cofradías de la ciudad, se disponen en
Platerías y las calles adyacentes al templo. Pero las previsiones se cumplen y
comienza a llover, afortunadamente “La Borriquilla” ya se encontraba en la
Plaza Mayor y los cargadores aligerando el paso, se dirigen raudos hacia su
templo. A pesar de la lluvia, un numeroso público aguarda para que los niños
puedan batir las palmas cuando llega tan entrañable paso, que vimos entrar
fugazmente en la Iglesia, el Arzobispo dio la bendición concluyendo de tal
forma la procesión.
Tocaba volver a casa y reponer fuerzas para la procesión por
la tarde en Salamanca.
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