domingo, 18 de abril de 2010

EN LA RETINA

Momentos de la Semana Santa 2010


Llegó como llega siempre, con paso lento pero firme; esperada era por todos con impaciencia. Era deseada, era anhelada…. Pero como todo lo bueno y bonito en la vida…. pasa. Y pasa con tanta rapidez que hace que casi no nos hayamos dado cuenta de que ha pasado, de que ya ha acontecido, de que ha volado.
Y es que a pesar de la rapidez con la que expiró, todos nosotros tenemos en la retina aquellos momentos que recordaremos siempre como nuestras vivencias de la Semana Santa 2010. Vivencias que se unen a otras pasadas y que se unirán con seguridad a otras futuras.

Todo empezó el 29 de Marzo, Lunes Santo; emplazados en Tarancón (Cuenca), asistimos a la primera salida procesional del Stmo. Cristo del Amor. El tiempo no acompañó; el frío quiso acongojar, pero la ilusión de todos los Hermanos por alumbrar su imagen y el caluroso recibimiento efectuado hacia nosotros, hizo que la tarde-noche de ese lunes se convirtiera en inolvidable desde principio a fin.

Martes Santo (Valladolid), 20:44 horas de la noche. La banda forma dentro de la Iglesia Penitencial de las Angustias; la planta procesional está dispuesta…. los portones se abren y una marea de gente apostada en la calle se vislumbra a través del umbral; comienza a sonar la percusión y con paso lento pero firme nos dirigimos hacia la luz… Suena “La Lanzada” y nos miramos de reojo pensando…. otro Martes Santo más acompañando a “La Señora”.


Miércoles… comienza el peregrinaje; tras casi cinco horas de viaje, N.P. Jesús Nazareno de la localidad de Entrerríos (Badajoz) aguarda nuestra llegada.
Personas humildes y de una educación reseñable fue con las que nos topamos en ese pintoresco paraje, destacando el hecho de que aún resuenan en nuestras cabezas los aplausos recibidos por las gentes del lugar tras efectuar una maniobra de desfile en la plaza de la localidad tras el encuentro realizado entre las imágenes de María Santísima y Su Hijo.

Tras un larguísimo viaje la acogedora ciudad de Ceuta nos hizo despertar del letargo y el cansancio en el que andábamos sumidos esa mañana ya de Jueves Santo; el mediodía acechaba y la necesidad de descanso era irresistible para todos nosotros.
A las 19:00 horas, sobre los pies y muy poquito a poco el Stsmo. Cristo de la Humildad y Paciencia asomaba para que justamente al atravesar el dintel de la puerta le recibiéramos como se merece. Salió de Su templo y comenzaba un recorrido de 6 horas por las calles de una ciudad de Ceuta que rebosaba Semana Santa por los cuatro costados.
Y llegó el momento culmen… Carrera Oficial. A los sones de “Marinero de Esperanza“ el “Cristo de las Penas” efectúa su saludo a los allí presentes, después avanza majestuoso… “Tres caídas de Esperanza“, “Mª Stsma. Del Rocío“, “Soledad de San Pablo“, “Bendición“…. una marcha tras otra hasta salir del recorrido mágico para poner rumbo de vuelta al punto de partida y abandonar a la mañana siguiente la hermosa Ceuta con la satisfacción del trabajo bien hecho.

Viernes Santo. De vuelta a la península para ir dando buena cuenta de esta Semana Santa de la que ya habíamos consumido tres cuartas partes, nos dirigimos prestos a realizar Estación de Penitencia en la Semana Santa San Roqueña junto al Cristo de las Aguas, donde el recibimiento por parte del Hermano Mayor y sus ayudantes no fue menos que exquisito.
Partícipes en una Procesión Magna debíamos mentalizarnos que se esperaba mucho de nosotros ya que no todos los años acompañaríamos a una Hermandad que cumple 400 años, con lo cual la responsabilidad era grande.
Y así fue... con ese sentido de la responsabilidad iniciamos y afrontamos la salida procesional de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz en el Calvario por una travesía rompe-piernas de pronunciadas rampas ascendentes y descendentes con las que nos fuimos topando y en la que el esfuerzo realizado se vio recompensado por las varias ocasiones en las que los braceros, cargadores y espectadores rompieron a aplaudir tras el final de algunas de las marchas interpretadas.
23:45 Horas. El Cristo de las Aguas se refugia de nuevo en el templo a los sones de la marcha “Al Cielo Rey de Triana“ y la tradicional “Marcha Real“; un abrazo más que afectuoso por parte del Hermano Mayor nos hace sentir que una vez más el deber está cumplido de forma más que notable.

Rumbo a casa. La vuelta poco más que se resume en un ligero murmullo (ZZZZzzzzZZZZZ), pensando en que el domingo habríamos de finalizar la tarea disfrutando junto a nuestros paisanos, familiares y amigos.

Madrugadores estuvimos el Domingo de Resurrección para acompañar a la Cofradía del Santo Sepulcro de nuestra ciudad al encuentro con Jesús Resucitado.
El buen tiempo acompañó, y al filo de las 12:00 horas se producía tal encuentro; aplausos, suelta de palomas, bullicio… Todo estaba consumado; la Semana para la que llevábamos largos meses preparándonos tocaba a su fin, no sin antes y, una vez finalizado el recorrido procesional, volver a nuestra sede en paso ordinario, entre risas, aplausos, abrazos y bromas emplazándonos todos y cada uno de nosotros para la próxima Semana Santa 2011 y poder vivir nuevas y gratificantes experiencias juntos.

Agradecimientos:
A todas y cada una de las Hermandades sin excepción con las cuales hemos procesionado en esta Semana Santa de 2010.
A las gentes de todos esos lugares donde hemos puesto pie a tierra, por el trato y cariño recibido.
A todas aquellas personas, familiares y acompañantes que nos han surtido de aquello que hemos necesitado mientras nos encontrábamos en procesión, por la atención prestada y porque realmente realizan una labor impagable.
A la empresa de Autocares Mafer, S.A. y sus chóferes por la gran profesionalidad demostrada.
Y por supuesto a todos vosotros, SÍ, a los 60 componentes de esta gran familia que es la Banda de Cornetas y Tambores “Sagrada Lanzada”, por el esfuerzo, dedicación, trabajo, espíritu de sacrificio y afán de superación demostrados y efectuados durante el último año, deseando que la línea trazada de trabajo y la trayectoria marcada siga su curso ascendente.